MENSAJE DE LA DIMENSIÓN EPISCOPAL DE LA PASTORAL DE LA SALUD
14 de enero de 2022
Más responsabilidad, mayor solidaridad.
Han pasado ya casi dos años desde que la Pandemia ha estado afectando de muchas maneras nuestras vidas. Ante semejantes circunstancias algunos han manifestado resiliencia, calidad humana y solidaridad; mientras otros han mostrado mezquindad, egoísmo e irresponsabilidad. Bien lo dijo el Papa Francisco: de esta crisis saldremos mejores o peores, pero no iguales.
La aparición de nuevas variantes del virus y una “cuarta ola” de contagios, nos desafían a mostrar más responsabilidad y una mayor solidaridad.
Mayor responsabilidad en el seguimiento de las medidas sanitarias que nos permiten cuidar nuestra salud y de los demás. Se nos ofrece la vacuna, se nos dan indicaciones de aforo, se nos pide el uso del cubre bocas, gel y sana distancia, etc. En todo ello necesitamos mostrar más convicción y responsabilidad social.
Reconocemos una vez más la ardua labor del personal sanitario: su entrega generosa en este tiempo de pandemia nos inspira y nos invita a una mayor solidaridad. Solidaridad con los más vulnerables, con las personas mayores que padecen aislamiento, con quienes no tienen a su alcance recursos médicos, con los que han perdido su trabajo, con los que pasan por una crisis familiar, con los que lloran la muerte de un ser querido… No olvidemos a estos hermanos que son los rostros de Cristo que sufre durante la Pandemia, y que requiere de nuestro cuidado, ayuda y solidaridad.
Invitamos a las comisiones de pastoral social en cada Iglesia local, a dinamizar su labor de prevenir, acompañar y curar en medio de nuestras comunidades eclesiales. Los exhortamos a establecer vínculos de colaboración con organismos de la sociedad civil y personas de buena voluntad.
Exhortamos al gobierno federal y a los estados, así como a las autoridades sanitarias, a un mayor diálogo con los profesionales de la salud y demás instancias competentes, que les permitan una toma de decisiones sabia y oportuna, que privilegie el cuidado de las personas por encima de intereses económicos o conveniencias políticas. Pedimos no minimizar el riesgo de nuevas cepas o variantes de la Pandemia, no desestimar medidas sanitarias y dar a la población información y orientación oportuna y clara. Como Iglesia Católica en México nos comprometemos a seguir cuidando nuestros encuentros y espacios con responsabilidad, para que el cultivo de la espiritualidad y la práctica religiosa, tan necesaria en estos tiempos críticos, sea accesible y segura para todos (Cfr. CEM, Actualización de los lineamientos generales para el culto religioso en tiempo de pandemia, 12/01/2022).
Confiamos nuestro pueblo mexicano y el mundo entero a la Virgen de Guadalupe, para que su amor maternal nos inspire a la responsabilidad y nos alcance de Dios su auxilio y protección.
+Mons. Roberto Yenny García
Obispo de Ciudad Valles
Responsable de la Dimensión Episcopal de Pastoral de la Salud